Una lucha de gigantes.
Estamos viviendo durante estos últimos meses uno de los más agrios conflictos sociales vividos nunca entre los protagonistas de un deporte de élite –los jugadores- y la propiedad de los clubes de baloncesto de la NBA.
El conflicto principal –que no único- se produce a la hora de negociar el reparto de los ingentes ingresos que tiene esta liga profesional de baloncesto norteamericana.
No cabe duda de que un acuerdo de las partes, intentado reiteradamente por los negociadores de ambos bandos, incluso con la asistencia de terceros especialistas en resolución de conflictos laborales, es más que deseable, imprescindible.
Detrás de ello está la propia subsistencia de un espectáculo sin igual. Una marca de prestigio creada a golpe de años duros de trabajo de todos, los deportistas y los propietarios de las franquicias.
En el fondo, cuando alguna negociación de este nivel se enquista, todos salen perdiendo. Los unos –los jugadores- porque su vida y su pasión es jugar. Se divierten jugando y no quieren más que disfrutar de su deporte. Los otros –la propiedad- porque si están en este negocio es porque les conviene, por economía y por prestigio personal.
Cada día la solución se hace más complicada. Las alternativas, aunque existen, son menos adecuadas que un acuerdo, y acaban perjudicando a todos.
Esperemos que respiren hondo, den un paso atrás en la tensión, y lleguen a acuerdos razonables. Por el bien del deporte.
Las enseñanzas del fútbol
Tres ciudades de altísimo nivel luchan por la Olimpiada 2020
La Eurocopa 2012 va a comenzar
El C.D. Mirandés llega a las semifinales de la Copa de S.M. El Rey en España
El fútbol español sufre su peor momento económico en décadas a la vez que disfruta de su mejor momento como líder mundial del fútbol.
El fútbol, más que un deporte.
Nos deja un mito del fútbol
Un mercado en expansión.
El epicentro del fútbol mundial, en movimiento.